Quizás hayas sido de ese tipo de humanos que han crecido en un entorno familiar y social donde no te has sentido encajar precisamente, pese a que eras alguien que buscaba relacionarse de forma amigable, sentías el rechazo constante de las personas de tu alrededor, sin motivo alguno, te convertías fueras donde fueras, en la oveja negra del grupo, simplemente por el hecho de que te veían diferente a los demás, como una rareza.
Por más que intentabas desarrollar tus habilidades de simpatía, siempre recibías la misma reacción, eso te llevó a dejar de intentarlo, podías optar por dos opciones, o bien creer que en realidad el problema era del resto, que era incapaz de aceptar algo distinto a lo normalizado, o que el problema era tuyo, que lamentablemente, también es algo habitual.
Si optabas por ver que el problema era del resto, es posible que terminarás encontrando a personas igual de «inadaptadas» que tú, si escogiste la otra opción, terminaste convirtiéndote en alguien que no se corresponde con tu naturaleza, poniéndote una máscara para encajar. ¿Verdad?
Esto que te acabo de relatar es el pan de cada día en las escuelas, institutos y universidades, también en los trabajos. Porque al final, las escuelas y centros educativos son una versión a pequeña escala de lo que luego nos encontramos en el día a día de la sociedad.
Y dudo mucho que existan otras maneras más efectivas de generar sufrimiento en uno mismo, que la propia autonegación.
La autonegación provoca odio dentro y fuera, dentro porque se crea una expectativa de como se tienen que relacionar las personas contigo, y fuera al percibir todo de forma contraría a como querrías que fueran las cosas. Así se vive en contradicción constante, por culpa del ego infantil dañado que no permite visualizar las cosas fuera de esos límites mentales de exigencia y atención. Lo cual termina por desequilibrar tus centros de gestión.
¿Ocultas quien eres para encajar?
Te forjaste una máscara y una reputación para relacionarte con tus familiares y tus amistades, para intentar encajar.
Es común que nos unamos a partidos políticos, grupos de fans de algún artista en concreto, clubs de fútbol, religiones, movimientos sociales, tribus urbanas, por la necesidad de sentir que encajamos en algún sitio, de formar parte de algo.
También a menudo, este sentimiento que buscamos de pertenecer a algo, se debe justamente, al vacío interior de no tener una correspondencia afectiva desde la familia. Entonces buscamos fuera lo que no hemos encontrado desde el clan familiar. Así, se van creando grupos, divisiones de personas enmascaradas, en una ilusión de unión, que en realidad es distanciamiento de sí mismos, alimentando los egos creados por el dolor.
El miedo a la opertura total, a mostrarnos tal como somos por el rechazo del resto, provoca irónicamente, que nos rechacemos a nosotros mismos.
¿Sensación de vacío?
Pero también se puede dar otro caso bastante diferente. Puede que nadie te entienda, todo el mundo está en contra de ti, y veas que esta sociedad es una mierda, una absurdez, un sin sentido.
Sí, efectivamente, la sociedad es absurda, y si la mayoría de personas no te entienden, es porque tu nivel de conciencia y de desarrollo es mucho más elevado que el de la vasta mayoría, no me preguntes por qué te ha tocado a ti como si fuera una maldición, en realidad la mayoría de humanos viven siendo infelices toda su vida, viven estando perdidos toda su vida, pero tú, ser consciente, sintiente, que sufre, que se tambalea, pero pese a todo, atesoras un gran potencial, tienes una oportunidad para cambiar el mundo, empezando por ti, dispones de herramientas connaturales, eres un mutante, has nacido provisto de una intolerancia a la programación del sistema, tienes instinto artístico, reivindicativo, necesitas romper con todo, con las tradiciones, con el concepto de familia sanguínea, con los días de la semana, con los festejos, con los horarios, con las colas, con las relaciones dependientes, con las amistades vampíricas, con la hipocresía.
Así que ya va siendo hora de que dejes de patalear proyectando un sentimiento de victimización respecto a la falta de comprensión que puedan tener contigo, la mayoría te entenderá, cuando lleguen a tu punto del camino, si estas en posición de conocer, te toca sembrar, ser responsable de tu camino y dar para hacer crecer a los demás, y con ellos, a ti y al mundo.
Sí, tienes mucha rabia, porque en el fondo, amas tanto este planeta, amas tanto a la raza humana, que te cabrea muchísimo la impotencia de observar como tantos seres se destruyen cada día, como huyen de sí mismos, y sufren del síndrome del gato doméstico. Sí, conozco bien ese sentimiento, porque yo llevo así toda mi vida.
Te entiendo
Nací en el seno de una familia humilde y muy joven, en un barrio humilde, de una ciudad humilde, crecí en entornos de todo tipo, he vivido tiroteos en la calle, muertes, incendios, robos. También viví problemas familiares a causa del alcoholismo arraigado en mi clan. Este tipo de situaciones se mezclaban con otras agradables, momentos de juegos en casa, en parques, de visionado de películas, de visitas a teatros, museos, cines, viajes a la ciudad, lecturas de libros, cómics y desarrollo de la imaginación de forma libre.
Tuve una vida escolar en la primaria en la que normalmente pasaba del fútbol y los deportes en general, prefería leer o jugar a juegos de mesa con los pocos niños que se mantenían al margen de lo que hacía la mayoría.
Crecí sufriendo bullying en el instituto cuando el término de bullying ni siquiera se había acuñado, pasé los primeros años de la adolescencia de pelea en pelea, intentando hacerme respetar, hasta que lo conseguí. Eso me llevó a tomar contacto con el poder desde su forma más destructiva, poco a poco, fuí siendo consciente de que ese no era el camino más sano para mí, y empecé a orientarme hacia artes mas interna y menos nocivas para mí.
He vivido en la polaridad extrema, he cometido excesos, he cometido infinidad de érrores, me he equivocado muchisimas veces y he fracasado otras tantas en cosas que he emprendido, he tenido relaciones sentimentales tóxicas, me he sumido en la depresión, pero salí de todo, yo solo. También he tenido éxitos, he vivido en abundancia económica y en escasez. He conocido el triunfo y la derrota. El logro por la perseverancia y la caida por la falta de paciencia.
De todo siempre consciente de mi propia responsabilidad. Y poco a poco, se va aprendiendo, se descubre la razón del porqué se toman unas decisiones y otras, a medida que arrojas luz al inconsciente familiar y las creencias sociales, es entonces cuando se empieza a mirar a otro lugar.
Aprendes que en la vida hay cosas que puedes cambiar, y otras que no, pero puedes cambiar el enfoque de todo lo que vives siempre, para sacar el máximo partido de la experiencia y fomentar tu propio crecimiento. Podemos hacernos responsables de nuestra forma de afrontar los acontecimientos al igual que la toma de decisiones que escogemos desde nuestro libre albedrío.
Se entiende el proceso, se asimila el camino, y escuchas tu intuición, de la misma manera, sé que todos vosotros, todas esas personas especiales, cuando leáis esto, sabréis que también podéis salir de lo que queráis, porque el potencial lo tenéis, no necesitáis consejos, no necesitáis chamanes, no necesitáis nada más que creer en vuestra capacidad, esa que nadie os ha dicho que la tenéis, pero la tenéis, os lo digo yo, como hermano vuestro que soy, que la tenéis, repetiros cada día lo poderosos que sois, repetiros cada día la capacidad que tenéis para cambiar, repetiros cada día como queréis vivir, repetirlo hasta la extenuación y confrontar vuestros miedos, y mutar, mutar, cortad con las personas que no os aporten nada, cortad con amistades, con parejas, con padres y madres que os limiten, cortad con trabajos, cortad con dependencias materiales, con adicciones, cortad con todo, menos con vosotros mismos, porque detrás de ese telón, está el mejor espectáculo.
Nos venden vidas fantásticas por televisión con todos esos famosos y artistas reconocidos que en realidad son unos desgraciados y vendidos a contratos de prostitución, comparamos nuestras vidas con las de ellos, atribuyendo que el éxito en la vida es la posesión material de dinero y objetos, olvidando que no somos lo que poseemos, confundiendo tener con ser, es el desarrollo interior, la fidelidad a nosotros, el seguir la pulsión vital de desempeñar en la vida aquello que nos apasiona, estar con las personas que nos mejoran cada día y realizar proyectos enriquecedores, lo que nos hace grandes, no una casa de 400 metros cuadrados, ni un coche caro, ni mil operaciones de cirugía estética.
Cesa de compararte con las vidas de mierda de arquetipos neuróticos enfermizos, atrévete a vivir una vida que no se asemeje a lo que venden como normal, pues lo normal establecido esta hecho para que perpetuemos esta cárcel de sistema, mejor, crea una vida cargada de crecimiento y creatividad.
La magia de la vida
Quiero que te detengas por un momento a observar el mundo que te rodea. Piensa por unos segundos, que vives en un espacio formado por paredes fabricadas por ladrillos hechos de arcilla, a ese espacio, se le ha dado el nombre de piso, casa, hogar. Empleas artefactos que te permiten comunicarte a largas distancias, a través de tu voz, o escribiendo sonidos que llamamos palabras en dibujos que forman textos.
Vives empleando tu tiempo en actividades repetitivas por las que te dan unos papeles rectangulares de color verde, con rostros dibujados, también te dan trozos de metal redondo, con esos papeles y trozos de metal, que los llamas dinero, te dan a cambio, otros objetos, comida y otras cosas, en unos espacios rectangulares, cuadrados de diferentes dimensiones que se llaman tiendas.
Lo que anteriormente se tenía que recolectar, cazar, ahora lo obtienes transformado en diferentes formas que llamas envases. Muchas veces no sabes ni lo que comes, pero tiene una forma que te recuerda a algo, y lo llamas comida. Igualmente, cada día, hay palabras que quedan escritas en trozos de papel y que son aprobadas por personas que les dan un valor a esas palabras, y todo el mundo tiene que seguir lo que pone en esos papeles, A eso se le llaman leyes. Como puedes observar, todo lo que existe, tiene un valor para ti, porque tú se lo has concedido, y muchas veces, te han hecho creer desde que naciste, que eso tenía un valor determinado. Lo han hecho con todo, educación, religión, ética, moral, política, trabajo, economía, ocio…
El mago de oz, ha creado una enorme ilusión que tu conoces como realidad, como lo cotidiano, y como esta ilusión para ti no es magia, buscas la magia en unicornios, en harry potter, en espectáculos, en películas. Pero la base es la misma en todo, una ilusión a la que tu le das un valor. La diferencia está en que te piensas que la magia real no existe. Y ese es el mejor truco del mago, hacer que todo, parezca normal, que la gente no sea consciente del truco. Que no sea consciente de la ilusión.
La magia esta por todas partes, también en ti. Así es, esta en tu interior el poder de cambiar el programa, el código de matrix, hacer magia en tu vida, como han hecho con todos desde que nacemos, si eres consciente de la ilusión y sus reglas, también puedes alterarlas para tu beneficio, pero primero, tienes que salir del encantamiento, tomar consciencia de los hechizos familiares, sociales y experiencias que te hayan cerrado tu poder creador. Porque como te digo, no quieren que conozcas tu verdadera magia.
¿Qué pasaría si te dieras cuenta de que todo es magia?¿Qué pasaría si empezarás a hacer magia de verdad en tu vida? ¿Transformándote en quien quieres ser? Eso es justamente lo que no quieren. Pero yo sí.
Disciplinate, invierte tu tiempo y tu dinero en tu proceso de transformación interior. Mejor que acumular cosas, es vivir experiencias. Al final, lo que más te cambia y mejora en ti, es lo que más valor tiene, y eso, no tiene precio.
Es hora de despertar. Es hora de avanzar.